El presidente de Argentina, Javier Milei, celebró la tasa de inflación mensual más baja en los últimos cuatro años.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre registró un aumento del 2,4%, marcando una notable desaceleración en comparación con el 25,5% mensual registrado al inicio de su mandato en diciembre pasado.
A pesar de la reducción mensual, la inflación interanual se sitúa en un alarmante 166%, mientras que la acumulada del año alcanza el 112%. El descenso inflacionario llega en un contexto de ajuste fiscal severo, caída del poder adquisitivo y recesión económica, con sectores como la educación y los servicios básicos liderando los incrementos de precios en noviembre.
El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que el proceso de desinflación continúa y se aproxima al objetivo de reducir el ajuste mensual del tipo de cambio (conocido como crawling peg) del 2% al 1%. Milei ha reiterado que una inflación estabilizada en torno al 2,5% durante tres meses permitirá levantar las restricciones cambiarias.
Durante su balance del primer año de gestión, Milei prometió el fin de la recesión, una drástica reducción del 90% de los impuestos, y la implementación de una competencia de monedas, donde los argentinos podrán elegir libremente transaccionar en dólares o cualquier otra divisa.
Sin embargo, la medición de la inflación en Argentina continúa siendo un tema de tensión política. La implementación de una nueva fórmula de ponderación del IPC, que reflejaría mejor los actuales hábitos de consumo, ha sido pospuesta para evitar un aumento abrupto en los índices inflacionarios que afectaría la percepción del mayor logro económico del gobierno.
