Durante el primer trimestre de 2024, la percepción de inseguridad en México repuntó al 61%, según datos oficiales.
Este aumento se da en medio de un clima marcado por la violencia política, con el trágico asesinato de 15 aspirantes a puestos de elección popular en lo que va del proceso hacia las elecciones del 2 de junio. La seguridad se posiciona como la principal preocupación de los votantes, con aproximadamente la mitad de ellos mencionándola como su mayor inquietud.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan una persistente brecha de género en la percepción de inseguridad, con un 66.5% de mujeres que se sienten inseguras en comparación con un 54.5% de hombres. Esta diferencia ha disminuido ligeramente con respecto al año anterior, pero sigue siendo significativa.
Es interesante notar que este aumento en la percepción de inseguridad ocurre a pesar de una disminución del 4.43% interanual en los homicidios dolosos en el mismo período. A pesar de esta caída en los homicidios, la sensación de inseguridad persiste, lo que subraya la complejidad del problema de seguridad en México.
Fresnillo, Zacatecas, se mantiene como la ciudad con mayor percepción de inseguridad, seguida de Naucalpan, Zacatecas, Chilpancingo, Cuernavaca y Ciudad Obregón. En contraste, Benito Juárez, Ciudad de México, es la menos insegura, seguida de cerca por Piedras Negras, Cuajimalpa, Mérida, Tampico y Los Cabos.
La población reportó sentirse insegura en varios espacios específicos, incluidos los cajeros automáticos, el transporte público, las carreteras y los bancos. Además, una parte significativa de la población expresó su preocupación por el futuro, con un porcentaje considerable anticipando que la situación de delincuencia e inseguridad empeorará en los próximos 12 meses.
Los delitos presenciados cerca de las viviendas incluyeron el consumo de alcohol en las calles, robos o asaltos, vandalismo, venta o consumo de drogas, disparos de armas y actividades de bandas violentas o pandillerismo.
