El cierre prolongado de la autopista Saltillo-Monterrey, que se extendió por más de 17 horas debido a un accidente grave que involucró a cuatro unidades pesadas y desencadenó un incendio, ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre la ausencia de un plan alternativo para manejar situaciones similares en el futuro.
El incidente, que ocurrió cerca del kilómetro 61, generó una interrupción total en la circulación en ambos carriles de la vía, lo que resultó en extensas filas de tráfico que se prolongaron hasta la zona urbana de Ramos Arizpe.
La magnitud del accidente y la posterior operación de limpieza y recuperación demostraron ser un desafío para las autoridades locales y los equipos de emergencia.
A pesar de sus esfuerzos por restablecer la circulación lo antes posible, la duración del cierre ha suscitado preocupaciones entre los usuarios de la autopista, quienes han expresado su frustración por la falta de un plan alternativo claro para gestionar este tipo de incidentes y minimizar el impacto en el tráfico y la movilidad de la región.
