El peso mexicano muestra un avance del 0.27% frente al dólar estadounidense, operando alrededor de 16.8435 unidades por dólar en la apertura de los mercados americanos.
Esta apreciación se da en un contexto donde se espera una leve contención en las tensiones inflacionarias, aunque aún insuficiente para acercar el índice de precios al consumidor (IPC) a los objetivos establecidos por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Uno de los datos destacados de esta semana es el repunte en la inflación al productor en Estados Unidos, que aumentó hasta un 0.5% durante abril, superando las expectativas y reforzando la idea de que un primer ajuste de la Reserva Federal podría demorar más de lo anticipado.
En cuanto al dólar, se deprecia un 0.17%, alcanzando las 104.940 unidades según el índice DXY, que compara su valor con seis monedas internacionales. Si se confirman las previsiones de una inflación del 3.4% en Estados Unidos para abril, se consolidaría la expectativa de un retraso en el inicio de las disminuciones de las tasas de interés por parte de la Fed, ya que la inflación sigue estando muy por encima del objetivo del 2%.
Esta brecha en la inflación permite consolidar la diferencia en los tipos de interés de la deuda. La rentabilidad exigida al bono del Tesoro estadounidense a 10 años se sitúa en torno al 4.50%, en 4.461%.
Tanto Wall Street como la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) abren con ganancias, mientras que los precios del petróleo se han estabilizado en las últimas semanas. El barril del Brent se mantiene alrededor de los 83 dólares, mientras que el barril tipo West Texas opera por debajo de los 80 dólares, con una ligera caída esta mañana.
Las expectativas de una disminución de las tensiones en Medio Oriente contribuyen a mantener estos precios.
