La situación en la Escuela Jovita Moreira Cobos de la colonia 26 de marzo en Saltillo ha generado una gran preocupación entre las familias de la comunidad. El presunto caso de amenazas entre alumnos, donde se habría utilizado un arma punzocortante, ha causado alarma y generado un debate sobre la seguridad en el entorno escolar.
Los padres han expresado su inquietud por la forma en que se ha manejado el incidente por parte del director de la escuela, Eduardo Lara Saucedo, a quien acusan de evadir responsabilidades y tomar medidas insuficientes, como una suspensión de un día para el presunto agresor. Esta reacción de las autoridades escolares ha generado temor entre los padres, quienes temen que la falta de una respuesta adecuada pueda llevar a situaciones más graves en el futuro.
Además, se ha denunciado la posible complicidad de la madre y la abuelita del presunto agresor, lo que ha añadido preocupación al caso. Algunas madres de familia han compartido experiencias similares de agresión por parte del mismo alumno hacia sus hijos, lo que ha llevado a algunas familias a considerar cambiar a sus hijos de escuela en busca de un entorno más seguro.
Las preocupaciones de los padres también se han dirigido hacia la Secretaría de Educación Pública, criticando las políticas actuales que parecen no permitir sanciones efectivas contra este tipo de comportamientos, dejando a las escuelas en una posición de vulnerabilidad ante la violencia entre estudiantes.
Sin embargo, una nueva versión sobre el incidente sugiere que podría haber habido una confusión. Según una madre de familia, el niño involucrado podría haber llevado el arma por distracción y no con intenciones de utilizarla. Esta versión plantea la posibilidad de que el niño se haya asustado al percatarse del arma en su posesión y haya informado a la maestra de manera inmediata.
