Bastaron poco más de treinta minutos para que los boletos del juego inaugural de la temporada 2024 en el Francisco I Madero, luego de ser puestos en venta, se agotaran.
Y es que, como cada año, la fiel y notable fanaticada verde, ve en cada campaña otra oportunidad para que la “Nave Verde” regrese a la ciudad de Saltillo un campeonato más, a través de una pasión que muchos en la ciudad conocen y sienten con fervor en cada visita al parque de béisbol; en cada partido, cada entrada y en todo momento en el que el corazón de miles de saltillenses late por el color verde del equipo de casa.
Los aficionados han tenido que esperar ocho largos meses para llegar a este día en el que las puertas del Madero se abren para albergar las emociones de toda una comunidad que se hace sentir como pocas, muy pocas, dentro del deporte nacional.
Si alguien se pregunta por el significado del béisbol en la capital coahuilense, tiene que voltear a ver más de 50 años atrás, para descubrir la historia del rey de los deportes en la ciudad y cómo después de tantas memorias, relatos y sensaciones que nos ha regalado este deporte a los saltillenses, se ha creado una verdadera tradición a lo largo de todo este tiempo, para hoy en día ser una “familia del béisbol, con espíritu guerrero, jugadores y afición”, tal y como dice aquella canción del preciado bicampeonato.
Y continuando con la música, en esta temporada 2024, es necesario recobrar el “legado triunfador”. Por lo que aquí, todos los amantes al béisbol, junto con jugadores, manager, coaches, directivos y cada una de las personas involucradas en este proyecto dirán “conquistemos hoy la gloria con el corazón”.
Justo cuando en cada frente de esta liga se vislumbra un importante avance en la calidad del juego de pelota mexicana, el “Dragón del Norte” buscará ser uno de los equipos protagonistas de la campaña, porque su nombre e historia así lo exige, y sus seguidores, lo merecen. Es por eso que el equipo se ha armado fuerte para enfrentar el 2024, para que a través de la comunión con la tribuna, caminen con convicción de conseguir la victoria a como dé lugar.
Encabezados por el Ing. César Cantú, con un nuevo, pero probado timonel, como Alfredo Amézaga, que a su vez, será arropado por gente que conoce bien al “Sarape”, además de prometedores refuerzos, la afición espera que dejen todo en el diamante por los colores verdes.
Y por supuesto, es el año para que los Rainel Rosario, los Henry Urrutia o los Mario Meza, junto con uno de los mejores jugadores de los últimos años, no solo de la ciudad, sino del béisbol mexicano, como lo es Fernando Villegas, busquen consolidarse y escribir sus nombres con letras de oro en esta gran historia.
Es momento de salir al terreno de juego y que, como cada año, el público se haga presente en cada lanzamiento al plato, es hora de ir al Madero a gritar una vez más ¡Yo sí le voy, le voy al Sarape!.
