La empresa siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA) atraviesa por una grave crisis financiera y laboral que afecta a miles de trabajadores y familias en la región centro de Coahuila.
AHMSA, una de las más importantes del país, se encuentra al borde de la quiebra, luego de acumular una deuda de más de 3 mil millones de dólares y enfrentar un escándalo de corrupción que involucra a su ex presidente Alonso Ancira Elizondo.
La situación ha generado una ola de protestas y reclamos por parte de los más de 17 mil trabajadores directos e indirectos que dependen de la acerera, quienes desde diciembre pasado no reciben su salario ni sus prestaciones contractuales.
Los trabajadores sindicalizados, afiliados a las secciones 147 y 288 del Sindicato Nacional Minero, han denunciado el saqueo y la venta ilegal de maquinaria, carbón y otros activos de la empresa por parte de allegados a Ancira, quien renunció a la presidencia del consejo de administración en marzo pasado y se encuentra fuera del país.
Gobierno federal continúa sin dar una respuesta concreta
Los trabajadores han exigido al gobierno federal que intervenga para rescatar a AHMSA y garantizar el pago de sus salarios y prestaciones, así como el respeto a sus derechos laborales. También han pedido que se investigue y castigue a los responsables del desfalco y la corrupción en la empresa.
Ante esta situación, se ha anunciado una posible solución para reestructurar la deuda y reactivar la producción de AHMSA. Se trata de una inyección estimada en 200 millones de dólares por parte del fondo estadounidense Argentem Creek Partners, que adquiriría el 55% de las acciones de la acerera.
El fondo estadounidense se comprometió a invertir en la modernización y el mantenimiento de las plantas siderúrgicas, así como en el pago oportuno a los trabajadores y proveedores. Además, ofreció mantener el contrato colectivo vigente y respetar la autonomía sindical.
La propuesta ha sido respaldada por el gobierno federal, que ha expresado su disposición a colaborar con el nuevo socio mayoritario para garantizar la viabilidad y la sustentabilidad de AHMSA. Asimismo, ha reconocido el papel estratégico que tiene la empresa para el desarrollo económico y social del país.
Sin embargo, la operación aún no se ha concretado, debido a que requiere del aval de los acreedores y accionistas minoritarios de AHMSA, así como del cumplimiento de ciertos requisitos legales y financieros. Se espera que el proceso se concluya en los próximos meses.
Mientras tanto, los trabajadores y las familias coahuilenses esperan con ansiedad que se resuelva el conflicto y que se recupere la estabilidad y el bienestar en la región.
