La situación entre Estados Unidos y México respecto al incumplimiento de entregas de agua por parte del último está generando tensiones.
Un grupo de legisladores estadounidenses, específicamente 10 congresistas del estado de Texas, ha solicitado al Congreso que se congelen las ayudas al Gobierno mexicano debido al incumplimiento en las entregas de agua pactadas entre ambos países.
Esto se enmarca en un tratado bilateral que data de hace más de 30 años y que regula el intercambio de cierta cantidad de agua cada cinco años.
La falta de cumplimiento por parte de México ha afectado particularmente a los granjeros del sur de Texas, especialmente a la industria de la caña de azúcar.
La situación alcanzó un punto crítico en febrero de este año, cuando el ingenio azucarero Rio Grande Valley Growers cerró sus operaciones debido a la falta de agua, dejando a más de 500 empleados sin trabajo.
México aún adeuda más de 86 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos y tiene plazo hasta octubre del próximo año para cumplir con la entrega. Esta situación ha provocado preocupación en el sector agrícola y económico de la región, lo que ha llevado a los legisladores estadounidenses a tomar medidas para presionar a México a cumplir con sus compromisos.
En el ámbito político, este tema también ha cobrado relevancia en México, especialmente de cara a las elecciones programadas para principios de junio.
La candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, ha expresado su apoyo a los agricultores de Chihuahua, al norte del país, que se negaron a cumplir con la entrega de agua a Estados Unidos en 2020.
La situación refleja las complejas relaciones bilaterales entre Estados Unidos y México, especialmente en lo que respecta a la gestión de recursos naturales compartidos como el agua.
