La Sedena ha desactivado más de 2 mil artefactos en 17 estados del país, mientras que los militares son atacados con drones y bombas.
México se ha convertido en un campo minado. Así lo revela un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que indica que entre agosto de 2021 y julio de 2023 se han desactivado 2 mil 241 minas artesanales colocadas por el crimen organizado en 17 estados.
Estos dispositivos explosivos, hechos con tubos de acero y pólvora, se encuentran principalmente en caminos de terracería y zonas urbanas, donde ponen en riesgo la vida de civiles y militares.
Michoacán es el estado más afectado por esta amenaza, con 881 minas desactivadas, seguido por Chihuahua con 331 y Jalisco con 231. En estos territorios se libra una guerra entre grupos criminales por el control de las rutas del narcotráfico.
Los militares no solo enfrentan las minas terrestres, sino también ataques con drones que llevan explosivos. En enero de 2022, dos soldados resultaron heridos de gravedad al ser emboscados en la comunidad de Loma Blanca, Michoacán, con estos artefactos voladores y bombas.
La Sedena informó que realiza capacitación de explosivos en el estado de Coahuila, donde también se han encontrado minas artesanales. El objetivo es prevenir y combatir esta amenaza que pone en jaque la seguridad nacional.
