Mientras algunos funcionarios de la Sección 38 del SNTE disfrutan de sueldos exorbitantes, las clínicas del Magisterio en Coahuila enfrentan escasez y precariedad. Un ejemplo reciente de esta situación se vivió en la clínica de Torreón, donde las lluvias causaron estragos en las instalaciones, lo que resultó en la suspensión de la atención a los derechohabientes.
Los daños principales se concentraron en los consultorios, donde varios plafones afectados por la humedad se desprendieron de los techos, además de otras áreas afectadas por filtraciones de agua. Ante esta situación, el director médico de la clínica, Jesús Rentería Medina, comunicó a los usuarios que no estaban dadas las condiciones para brindar la atención médica deseada, excepto en casos de extrema urgencia.
Para abordar los daños provocados por las lluvias en esta clínica, la dirección general del hospital decidió llevar a cabo la rifa de una motocicleta, y se espera que la atención a los usuarios se reanude el viernes.
Por otro lado, en la clínica del Magisterio en Saltillo, se notificó al personal quirúrgico mediante un oficio que se suspenderían todas las cirugías a partir del 9 de octubre y hasta nuevo aviso. Esta decisión se tomó debido a la falta de insumos necesarios para realizar cirugías.
La suspensión de cirugías afectó a numerosos pacientes y sus familias, quienes ya tenían programadas intervenciones médicas para este mes. Tendrán que esperar hasta que el Hospital del Magisterio pueda reanudar el servicio y contar con los insumos necesarios. Esta situación pone de manifiesto la precariedad en la que se encuentran estas instalaciones médicas, a pesar de los altos sueldos que algunos funcionarios de la Sección 38 del SNTE reciben.
