Un informe reciente de Kaspersky revela que el 53% de los mexicanos ha sido víctima de acoso digital, colocando a México en el segundo lugar en América Latina y en el noveno a nivel mundial de países más afectados por el stalkerware, una forma de acoso digital invisible que se ha convertido en una amenaza creciente.
Este tipo de acoso se lleva a cabo principalmente a través de aplicaciones espía para teléfonos móviles, dispositivos domésticos inteligentes y dispositivos de rastreo, y es utilizado por los perpetradores para monitorear la ubicación, mensajes, chats, fotos y otros aspectos de la vida digital de sus víctimas.
El stalkerware se disfraza comúnmente como aplicaciones de control parental o de gestión de empleados, y requiere acceso físico al dispositivo de la persona para ser instalado. Una vez instalado, funciona en segundo plano, lo que significa que las víctimas pueden no ser conscientes de que están siendo monitoreadas. Este tipo de acoso se considera una forma de violencia digital y puede tener graves consecuencias tanto físicas como psicológicas para las víctimas.
El informe también revela que el 10% de los mexicanos ha admitido haber instalado alguna vez una aplicación de espionaje en el dispositivo de su pareja, y el 8% ha presionado a sus compañeros para que instalen una aplicación de espionaje en sus teléfonos móviles. Sin embargo, el 66% de los encuestados desaprueba la idea de monitorear a su pareja sin su conocimiento.
Para protegerse del stalkerware y otras formas de acoso digital, Kaspersky recomienda tomar medidas como bloquear la pantalla del teléfono con una contraseña compleja, revisar regularmente las aplicaciones instaladas en el dispositivo y utilizar una protección de ciberseguridad móvil como Kaspersky Premium. Además, se aconseja nunca dejar el teléfono sin supervisión, ya que solo se necesita acceso físico al dispositivo para instalar stalkerware.
El informe de Kaspersky destaca la importancia de crear conciencia sobre el acoso digital y trabajar en soluciones para abordar este problema global. Además, se enfatiza la necesidad de proteger la privacidad de las personas en línea y en todas las tecnologías digitales.