El aspartamo es uno de los edulcorantes artificiales más consumidos en el mundo. Se usa para endulzar bebidas, alimentos y productos como la Coca-Cola y las gomas de mascar. Sin embargo, su seguridad ha sido cuestionada por diversos estudios que lo han relacionado con problemas de salud como ansiedad, cáncer y demencia.
Ahora, un nuevo estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida ha encontrado que el aspartamo también podría afectar la memoria y el aprendizaje de los hijos de los consumidores. El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, se basó en experimentos con ratones machos que consumieron aspartamo a niveles considerados seguros por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés).
Resultados del estudio
Los investigadores descubrieron que las crías de estos ratones “demostraron déficits de aprendizaje espacial y de memoria”. Esto significa que tenían dificultades para recordar y orientarse en el espacio. Según los autores, estos efectos podrían deberse a cambios epigenéticos en el esperma inducidos por el aspartamo.
El estudio es una continuación de otro trabajo publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias en diciembre del 2022, que relacionaba el consumo de este edulcorante con la ansiedad en ratones. “Se trata de una función cognitiva distinta del comportamiento ansioso, por lo que los efectos del aspartamo están mucho más extendidos de lo que sugería el estudio anterior”, indicó Pradeep Bhide, coautor del estudio y director del Centro de Reparación Cerebral de la Facultad.
El aspartamo es un producto sintético que se compone de dos aminoácidos naturales: fenilalanina y ácido aspártico. Al ingerirlo, se metaboliza y libera metanol, un alcohol simple que también se encuentra en frutas y verduras. El metanol es el responsable del sabor dulce del aspartamo, que es unas 200 veces más dulce que el azúcar.
El aspartamo se introdujo en el mercado en 1981 y desde entonces ha sido objeto de numerosas investigaciones para evaluar su seguridad. En junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una declaración en la que clasificaba el aspartamo como «posiblemente cancerígeno para los seres humanos». Al mismo tiempo, su consumo se sigue considerando seguro dentro de los niveles recomendados actualmente.
La conclusión se basó en los resultados de las investigaciones de dos grupos de expertos vinculados a la OMS:
la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) estudió las pruebas sobre la existencia de peligro para la salud por parte de la sustancia, mientras que el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA, por sus siglas en inglés) de la OMS y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) evaluó el grado de riesgo real.
Los expertos recomendaron seguir investigando los efectos del aspartamo en la salud humana y animal. Mientras tanto, los consumidores deben estar informados sobre los posibles riesgos y beneficios de este edulcorante artificial.
