Índira Vizcaíno Silva, de Morena, adquirió una vivienda de 570 metros cuadrados en una zona de alta plusvalía, por la que habría pagado más de seis millones de pesos, lo que equivale a ocho años de su sueldo.
En tiempos de “austeridad franciscana”, la gobernadora de Colima, Índira Vizcaíno Silva, se puso “en la mira de la polémica”, al revelarse que se compró una casota (pero casota) en el municipio de Villa de Álvarez. La mandataria morenista pagó seis millones 653 mil pesos por una vivienda de 570 metros cuadrados, ubicada en el fraccionamiento Bosque Real, una zona de alta plusvalía.
El portal mostró documentos que comprueban la adquisición de la propiedad, que cuenta con cuatro recámaras, cuatro baños y medio, sala, comedor, cocina integral, cuarto de servicio, cochera para cuatro autos y jardín. El precio que habría pagado Vizcaíno Silva equivale a ocho años de su sueldo como gobernadora.
La compra de la casota contrasta con el discurso de austeridad que ha mantenido la gobernadora, quien incluso anunció que reduciría su salario en un 30 por ciento y el de los funcionarios públicos en un 20 por ciento. Además, ha presumido que su gobierno ha entregado apoyos económicos a los sectores más vulnerables por la pandemia.
La noticia generó críticas y cuestionamientos en redes sociales, donde algunos usuarios señalaron que la gobernadora no tiene congruencia entre lo que dice y lo que hace. Otros defendieron a Vizcaíno Silva y argumentaron que no es una mansión tan cara y que tiene derecho a comprar lo que quiera con su dinero.