Emiliano, un niño de 14 años, murió electrocutado en una alberca del fraccionamiento privado Dream Lagoons en Apodaca, Nuevo León. El hecho ocurrió la noche del sábado cuando se encendieron las luces de la piscina y hubo un cortocircuito por una lámpara y un cableado suelto en el agua. Otras seis personas también sufrieron descargas eléctricas, entre ellas una niña de 13 años que se desmayó pero sobrevivió.
Fue negligencia, no un accidente: declara la madre del menor
La madre de Emiliano, Denisse Tavitas, denunció en su cuenta de Facebook que su hijo no murió por un “lamentable accidente”, sino por la “inadecuada instalación y falta de mantenimiento” de la alberca, propiedad del fraccionamiento Crystal Lagoons Apodaca. Exigió que la empresa responsable asuma su culpa y no falsee la información, como lo ha hecho al difundir que el niño se electrocutó porque su celular cayó al agua. Aclaró que el celular era sumergible y no había ninguna conexión eléctrica cerca de donde estaban los niños.
La mujer pidió justicia por la muerte de su hijo, quien se encontraba con sus amigos disfrutando de la alberca. Dijo que todos sintieron la descarga eléctrica cuando comenzó a oscurecer y se activó el sistema de alumbrado. Contó que Emiliano sufrió un paro cardiorrespiratorio y que los paramédicos de Protección Civil de Apodaca no pudieron reanimarlo.
