La inspiración de Lucía para convertirse en psicóloga data desde que ella cursaba la primaria, donde la preocupación por sus amigas, cuando platicaban sobre algo que las hacía sentir tristes o enojadas, se reflejaba en su inquietud por saber qué decirles para que se sintieran mejor.
Ella quería poder ayudarles pero muchas veces no sabía cómo. Además, creció viendo a su familia con ese mismo interés por ayudar a otros. Ese deseo de poder guiar a las personas a sentirse mejor la inspiró a estudiar psicología.
Su mayor pasión al ser psicoterapeuta es poder ver cómo las personas se tranquilizan al sentirse escuchadas y comprendidas; verlas recuperar la esperanza de sentirse mejor al saber que pueden hablar de lo que sea sin ser juzgadas y entender que siempre hay algo que se puede hacer para resolver o sobrellevar su situación.
Lucía se acerca a los consultantes y les hace ver que la terapia es entre un ser humano imperfecto y otro igual. Eso les da la oportunidad de abrirse completamente ante una mirada compasiva para así llevar un proceso más profundo y efectivo.
El reto más grande para Lucia al dedicarse a esta profesión, ha sido tener algunos casos difíciles en los que los resultados no fueron como ella esperaba, de forma que se ha recordado a sí misma que también es un ser humano y no puede hacer todo perfecto siempre, así como es consciente que por mucho que lo desee, no puede “salvar” a las personas de vivir o sentir algunas situaciones desagradables.
Poder dedicarse solamente a su consulta particular había sido el sueño de Lucia, por eso lo considera su mayor logro hasta ahora. Los primeros 9 años que ejerció fue en una institución de gobierno. Después de eso, en noviembre de 2014 abrió su consultorio y a partir de ahí se dedicó exclusivamente a la consulta particular, desde entonces ha tenido la oportunidad de acompañar en más de 850 casos (individuales, de pareja o de familia). Actualmente, y desde 2018, atiende desde Health Solutions.
Otro de sus sueños es escribir libros y de esa manera llegar a más personas. Su objetivo es que las personas se acerquen cada vez más a cuidar su salud mental y que vean la atención psicológica como algo preventivo, no tanto como un último recurso cuando ya hay un problema mayor y que se reestructuren creencias y prejuicios sobre la psicoterapia.
La visión de Lucia Pérez para el futuro de la psicología es que la atención a la salud mental sea normalizada, que se integren a las materias de las escuelas temas relacionados a buenos hábitos mentales; a desarrollar habilidades y capacidades que les permitan a las personas desde edades tempranas conocerse, autorregularse, reconfortarse y reconocer que muchas veces es necesario pedir ayuda, y que eso, está bien.