En el corazón del Caribe mexicano, el proyecto del Tren Maya, la última obra emblemática del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha generado lo que activistas medioambientales describen como un «ecocidio» al arrasar con aproximadamente 10 millones de árboles. Esta devastación ha sido detectada por activistas medioambientales durante un recorrido por la zona.
Roberto Rojo, miembro de la organización Sélvame del Tren en Quintana Roo, lamentó: «Hemos estado luchando todo este tiempo y, sin embargo, hasta ahora no logramos salvar este fragmento de selva que se tiró. Calculamos que se asesinaron más de 10 millones de árboles de una de las selvas saludables que nos quedan en México.»
El Tren Maya es una obra que abarca más de 1,500 kilómetros de vía férrea y está diseñada para el transporte de carga, turistas y pasajeros locales en cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.
La construcción del Tren Maya en Playa del Carmen, Quintana Roo, se ha convertido en un punto especialmente polémico, ya que afecta a más de 1,800 kilómetros de cuevas y dos de los ríos subterráneos más grandes del mundo. Inicialmente, se había prometido que el tren se desarrollaría paralelo a una carretera, pero posteriormente se decidió cambiar el trazado, atravesando la selva y provocando una grave deforestación.
A pesar de los esfuerzos de grupos de ambientalistas para detener el proyecto en esta área y proteger las cuevas y cenotes afectados, no se logró evitar la construcción del Tramo 5 del Tren Maya, que va desde Cancún hasta Playa del Carmen. Según los activistas, el megaproyecto no solo ha causado la tala de árboles, sino también ha dañado las cuevas al introducir miles de pilotes de gran tamaño en el suelo para sostener las obras del tren.
La prisa por concluir la obra para su inauguración entre diciembre de 2023 y febrero de 2024 llevó a la omisión de procedimientos que pueden tener consecuencias graves a corto, mediano y largo plazo. Los activistas afirman que la obra es ilegal y piden que se detenga para permitir que la selva se regenere.
