El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de «disparate» la idea de que Rusia podría atacar a países miembros de la OTAN, debido a la gran disparidad entre los potenciales militares de ambas partes.
Durante una entrevista con representantes de las principales agencias de noticias internacionales en el Foro Económico de San Petersburgo, Putin se mostró enfático al negar cualquier intención bélica contra la alianza atlántica.
Declaraciones de Putin
“Es un disparate (…) ¿Han visto el potencial de Rusia y de la OTAN? ¿Acaso estamos locos?”, manifestó Putin. Dirigiéndose a los representantes de 16 medios internacionales, el mandatario ruso criticó la narrativa que presenta a Rusia como una amenaza para la OTAN.
“Se ha inventado que Rusia quiere atacar a la OTAN. ¿Quién lo inventó? Es un disparate, ¿comprenden? Un delirio”, insistió Putin, subrayando que Rusia no tiene “ambiciones imperiales”. Según el presidente ruso, tales afirmaciones son fabricadas para «engañar a la población» de los países occidentales y justificar el envío de armamento a Ucrania.
Contexto de la Entrevista
La entrevista se extendió por más de tres horas, durante las cuales Putin respondió a más de 20 preguntas. En este contexto, el líder del Kremlin hizo un llamado a no crear una imagen distorsionada de Rusia como enemigo, sugiriendo que tales percepciones son manipuladas para influir en la opinión pública y en las políticas de los países occidentales.
Implicaciones de las Declaraciones
Las declaraciones de Putin llegan en un momento de alta tensión entre Rusia y los países de la OTAN, especialmente debido al conflicto en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia por su invasión a este país. La insistencia de Putin en la desproporción militar entre Rusia y la OTAN busca desescalar las percepciones de una amenaza inminente y recalcar que los movimientos militares de Rusia no tienen como objetivo a la alianza atlántica.
En resumen, las palabras de Putin intentan desmentir cualquier intención agresiva de Rusia hacia la OTAN, posicionándose en contra de la narrativa que presenta a su país como una amenaza, y destacando la necesidad de evitar la escalada de tensiones basadas en premisas que, según él, son infundadas.
