Venezuela ha decidido expulsar a la oficina de Derechos Humanos de la ONU, acusándola de ser partidaria de grupos golpistas y terroristas que conspiran contra el país. Según el canciller venezolano, Yvan Gil, la entidad se ha convertido en un «bufete particular» para estos grupos, en lugar de actuar como un ente imparcial.
Gil anunció que la suspensión de la oficina se mantendrá hasta que rectifiquen públicamente su actitud «colonialista, abusiva y violadora de la Carta de las Naciones Unidas». Además, ordenó que el personal adscrito a la oficina abandone el país en un plazo de 72 horas.
Esta decisión llega tras una revisión integral de los términos de cooperación técnica descritos en la Carta de Entendimiento firmada con la oficina de la ONU. La Oficina Técnica de Asesoría del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se instaló en Venezuela en 2019, durante el mandato de la expresidenta Michelle Bachelet.
Antes de dejar el cargo, Bachelet señaló progresos en materia de derechos humanos en Venezuela, aunque destacó que aún quedaba «mucho por hacer». Su sucesor, Volker Türk, visitó el país en enero de 2023 y animó a las autoridades a liberar a todas las personas detenidas arbitrariamente, así como a tomar medidas para poner fin a las torturas.
La labor principal de la oficina técnica era brindar apoyo para la implementación de recomendaciones emitidas en informes presentados al Consejo de los Derechos Humanos. Sin embargo, ha habido restricciones para acceder a algunos centros de detención en Venezuela, según señaló Türk durante su visita.
