El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, rechazó la solicitud de Estados Unidos para devolver a Kilmar Ábrego García, un migrante salvadoreño deportado por error y actualmente recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Durante una reunión en la Casa Blanca con el presidente estadounidense Donald Trump, Bukele afirmó que Ábrego García es un «terrorista» y que no será liberado ni enviado de regreso a Estados Unidos.
Ábrego García, residente en Maryland, fue deportado el 15 de marzo de 2025 a pesar de contar con una orden judicial que impedía su expulsión. Las autoridades estadounidenses alegan que tiene vínculos con la pandilla MS-13, aunque no existen cargos formales en su contra. El Tribunal Supremo de EE. UU. ordenó su retorno, pero la administración Trump sostiene que la decisión final recae en El Salvador.
Bukele defendió su postura argumentando que liberar a presuntos criminales comprometería la seguridad de su país, que recientemente ha experimentado una reducción significativa en los índices de criminalidad. Además, El Salvador mantiene un acuerdo con Estados Unidos para albergar en el CECOT a individuos deportados acusados de pertenecer a organizaciones criminales, a cambio de una compensación económica.
El caso de Ábrego García ha generado críticas por parte de defensores de derechos humanos y legisladores estadounidenses, quienes cuestionan la legalidad de su deportación y detención. Mientras tanto, el gobierno salvadoreño mantiene su posición de no facilitar su retorno a Estados Unidos.