Jorge Vilda, el técnico de la selección femenina de fútbol de España, fue despedido el martes por la federación española de fútbol. La decisión se tomó menos de tres semanas después de que el equipo ganara la Copa Mundial en Australia. El motivo fue que Vilda aplaudió al presidente de la federación, Luis Rubiales, cuando éste se negó a renunciar por sus actos polémicos.
Rubiales besó sin permiso a Jenni Hermoso, una de las jugadoras, en los labios durante la celebración del título. También hizo un gesto obsceno con sus genitales al final del partido. Estas acciones le valieron una suspensión provisional de la FIFA y una investigación del gobierno español para destituirlo.
Vilda criticó después el comportamiento de Rubiales, pero ya era tarde. Luis de la Fuente, el técnico de la selección masculina, también lo apoyó y luego se disculpó. Los capitanes de la selección española condenaron los “comportamientos inaceptables” de Rubiales y se solidarizaron con las campeonas mundiales.
Vilda no era querido por muchas jugadoras. Antes del Mundial, quince futbolistas renunciaron a la selección por problemas con él y con las condiciones de trabajo. Sólo tres regresaron para jugar el torneo. Vilda contó con el respaldo total de Rubiales durante la crisis.
La federación anunció el despido de Vilda en un comunicado. Le agradeció por su trabajo y por llevar a “La Roja” femenina a su primer campeonato mundial y al segundo lugar del ranking de la FIFA. También destacó su legado deportivo y su modelo de juego.
Vilda dirigía la selección femenina desde 2015. También perdió su cargo como director deportivo. No se sabe quién será su sustituto.
Los aficionados españoles no le dieron una buena acogida a Vilda durante los festejos en Madrid. Algunos incluso lo abuchearon en Australia.