El Futuro Colisionador Circular (FCC), un proyecto ambicioso que busca revolucionar nuestra comprensión del universo, ha generado tanto entusiasmo como controversia en la comunidad científica. Este supercolisionador de átomos, que se prevé sea tres veces más grande que el actual Gran Colisionador de Hadrones (GCH), plantea interrogantes sobre su viabilidad y el considerable costo estimado de su construcción, aproximadamente US$15.000 millones.
Mientras algunos científicos confían en que el FCC permitirá descubrir nuevas partículas y avanzar en la comprensión de la física fundamental, otros cuestionan la inversión necesaria para llevar a cabo este proyecto. La profesora Fabiola Gianotti, directora general del CERN, defiende la propuesta, describiéndola como una herramienta crucial para la exploración de preguntas fundamentales sobre el universo.
El GCH, construido en un túnel subterráneo de 27 kilómetros de circunferencia entre Suiza y Francia, ha sido instrumental en el descubrimiento del bosón de Higgs en 2012, una partícula crucial para entender la composición del universo. Sin embargo, aún quedan grandes interrogantes por resolver, como la naturaleza de la energía oscura y la materia oscura, que constituyen la mayor parte del cosmos pero aún no han sido detectadas directamente.
El FCC representa un paso adelante en la exploración de estas cuestiones fundamentales, ofreciendo una herramienta más potente y avanzada para la investigación en física de partículas. Aunque su construcción plantea desafíos financieros y técnicos, muchos científicos ven en este proyecto la posibilidad de dar nuevos pasos hacia la comprensión de los misterios del universo.
