Entre el 30 y el 50 por ciento de los casos de cáncer de próstata en América Latina se diagnostican en etapa metastásica, según el jefe del servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona, Antonio Alcaraz.
Esto contrasta con Europa, donde solo el 5 al 10 por ciento de los casos se detectan en esa etapa. Alcaraz subraya que este diagnóstico tardío influye significativamente en la mortalidad de los pacientes.
Estadísticas y Mortalidad
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cáncer de próstata es el tipo de cáncer más frecuentemente diagnosticado en hombres en el continente americano, representando el 21.7 por ciento de los casos, seguido por el cáncer de pulmón (9.5 por ciento) y el cáncer colorrectal (8 por ciento).
En México, se reportan anualmente 25,000 casos de cáncer de próstata, con más de 7,500 muertes atribuidas a esta enfermedad, lo que lo convierte en el segundo cáncer más común entre los hombres a nivel mundial.
La detección temprana es fundamental para mejorar las tasas de supervivencia. Alcaraz explica que en los estadios iniciales del cáncer de próstata, hasta el 80 por ciento de los pacientes pueden curarse. Además, incluso en casos avanzados, hay tratamientos que pueden prolongar la vida si se administran en fases tempranas.
El experto destaca que la falta de diagnóstico oportuno en América Latina es en gran parte debido a la falta de acceso a servicios de salud, especialmente en poblaciones de nivel socioeconómico más bajo y en programas de salud pública. Esto crea una grave asimetría en el manejo de los pacientes.
Rol del Sistema de Salud y Prevención
Alcaraz resalta la importancia del papel del sistema de salud en el diagnóstico temprano. Los médicos de primer contacto deben estar capacitados para sospechar la presencia de cáncer de próstata en hombres mayores de 50 años, quienes tienen un mayor riesgo de padecer esta enfermedad. «Uno de cada 10 hombres tendrá cáncer de próstata y de esos, el 20 por ciento morirá a causa de la enfermedad», señaló.
Además, Alcaraz enfatiza la importancia de la prevención y la concienciación sobre los factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de próstata. Los hombres con un padre que haya tenido cáncer de próstata tienen un 25 por ciento de posibilidades de desarrollarlo, cifra que aumenta al 40 por ciento si hay dos familiares directos afectados.
Para la población general, Alcaraz recomienda llevar una vida sana, evitar la obesidad y el sedentarismo, mejorar la alimentación y buscar un diagnóstico precoz. La combinación de estos factores puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de próstata y mejorar las tasas de supervivencia en América Latina.