La NFL anunció el lunes la suspensión de Kareem Jackson, safety de los Broncos de Denver, por un período de cuatro partidos sin derecho a salario. Esta sanción se produce tras su más reciente golpe ilegal a la cabeza, que resultó en su segunda expulsión de la temporada.
Jackson enfrenta pérdidas económicas cercanas a los 589,000 dólares (más de 10 millones de pesos) debido a esta suspensión. El castigo se debe a una falta de rudeza innecesaria y su expulsión por un golpe alto al ala cerrada de los Packers de Green Bay, Luke Musgrave, durante el cuarto período del partido que Denver ganó por 19-17 el domingo. Este incidente ocurrió solo 24 horas después de que la liga anunciara que Jackson había sido multado con 43,709 dólares por un golpe que no resultó en una sanción contra el corredor Isiah Pacheco en la derrota de Denver en la semana 6 contra Kansas City.
Con esta suspensión, Jackson ha acumulado un total de 89,670 dólares (más de 1.6 millones de pesos) en multas en esta temporada y puede esperar otra más por su golpe a Musgrave. Cabe mencionar que Jackson también fue multado en cada uno de los primeros tres juegos de la temporada por acciones de rudeza innecesaria, lo que suma a su historial de golpes ilegales.
Jon Runyan, vicepresidente de operaciones deportivas de la NFL, emitió la suspensión el lunes por la violación de las reglas de la liga sobre rudeza innecesaria. En una carta dirigida a Jackson, Runyan escribió:
«le diste un golpe contundente al área de la cabeza/cuello a un receptor indefenso, cuando tuviste tiempo y espacio para evitar tal contacto. Pudiste haber hecho contacto con tu oponente dentro de las reglas, pero decidiste no hacerlo».
Esta suspensión es una respuesta contundente de la NFL para abordar los golpes ilegales y proteger a los jugadores de lesiones en la cabeza y el cuello, que son un tema de preocupación en el fútbol americano. Jackson ya había sido expulsado previamente en dos ocasiones por infracciones similares.