Coahuila, Chihuahua, Guanajuato y Jalisco son los estados que han decidido detener la distribución de los nuevos libros de texto de la SEP.
Los libros han causado polémica por su contenido, acusado de querer imponer ideologías socialistas, y por sus errores gramaticales y de información.
Los nuevos libros de texto para educación básica de la SEP han generado una gran controversia en el país. Algunos sectores los acusan de querer imponer ideologías socialistas y de contener errores gramaticales y de información. Por esta razón, cuatro estados han decidido no distribuirlos hasta que se resuelvan los procesos legales.
El secretario de Educación de Coahuila, Francisco Saracho Navarro, dijo que el estado no entregará los libros hasta que se determine la legalidad del procedimiento. “Hasta este momento no los vamos a entregar a las supervisiones hasta que él determine todos los instrumentos jurídicos que nosotros podemos tener para hacerlos valer”, afirmó.
El funcionario explicó que la Secretaría ha revisado el contenido de los libros con expertos, docentes y padres de familia. También ha detectado errores y una disminución de contenido en las áreas de Matemáticas y Español, materias claves en la educación infantil. “Vamos a solicitar la oficialización de los programas de estudios, para que nos permitan dar una opinión fértil y calificada de los expertos, y sobre todo vamos a analizar los libros de texto en el área de oportunidad para el mejoramiento y enriquecimiento”, agregó. Saracho Navarro informó que Coahuila diseñará material adicional para complementar la enseñanza en Español y Matemáticas.
En Coahuila hay un millón 700 mil libros resguardados en bodegas, que representan el 85 por ciento de lo que el estado necesita para todas las escuelas.
Los otros estados que se oponen a distribuir los nuevos libros son Jalisco, Chihuahua y Yucatán. Guanajuato planea complementar las enseñanzas con su propio material suplementario y Durango no tiene planes de detener la distribución. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, aclaró el lunes 7 de agosto que la negativa no tiene que ver con el contenido de los libros, sino con un tema administrativo.
“En tanto no haya una resolución judicial, los libros de texto no serán distribuidos en Jalisco”, dijo. Alfaro aseguró que su administración acatará lo que diga el Poder Judicial cuando terminen los procesos.
El estado tiene recursos para continuar con las clases en todos los niveles escolares, en caso de que se determine que los libros no deben llegar a los alumnos. El estado cuenta con un proyecto educativo estatal que se alinea a los postulados del gobierno federal.